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miércoles, 22 de octubre de 2014

Feria festiva

Cada año la feria de editoriales del Festival de Poesía en Rosario se hace más grande. Eso no pasa en todos lados y no pasa todo el tiempo. Hay que aprovecharla. 

La gran reunión ocurre este año en el Centro Cultural Fontanarrosa. Durante viernes y sábado circula y se comparte pura poesía, desde lo nuevo, lo nuevísimo, hasta lo más clásico, incluso esas pequeñas joyas que olvidamos que buscamos, como un ejemplar de "Cartas para que la alegría" de Calveyra, Ediciones Tierra Firme a cuarenta y cinco pesos.
Dentro de este espacio de intercambio, los rosarinos tienen un rol muy importante, hacen del ambiente algo amistoso y siempre cálido. “Esto es inédito”, me cuenta Ana, editora de Iván Rosado, a quien conocí el año pasado en la feria. Ella, junto a Maximiliano, llevan adelante el hermoso espacio cultural Club Editorial Río Paraná. 
- ¿Cuál es la particularidad de esta feria?
- “Se invitan a los editores a participar, vienen de distintos lugares del país, a muchos los hospedan y tienen su lugar en este espacio y nadie se queda un porcentaje, eso es importante y es parte de la fuerza organizativa del festival”.
La movida editorial de Rosario es un núcleo importantísimo en el desarrollo y crecimiento de la poesía hoy. Iván Rosado comenzó a participar de la feria en 2012: “nos preparamos para la feria durante el año”, y de hecho, la editorial ha duplicado sus títulos publicados entre la feria pasada y esta.
Otra de las editoriales presentes, y de las más nuevas, es Danke Ediciones, también de Rosario, a cargo de Julia Enriquez. "Es muy importante la cooperación de todos", me dice Julia. Y esa, cooperación, es la palabra que va a repetirse en mi charla con cada editor.

En esta feria no hay competencia. Es otra cosa. La poesía no deja dinero, lo sabemos, entonces, si bien la idea es vender libros, el trasfondo es la difusión pero sobretodo, el encuentro.

Otro de los presentes desde el nacimiento de su editorial Mancha de aceite es el poeta Walter Lezcano: “La feria es increíble, se socializa la experiencia. Es una forma de resolver dificultades de los demás y un aprendizaje en común. Es un espacio para vehiculizar los deseos.”
Y en el recorrido por cada puesto, la mayoría de los editores señala que la gente viene específicamente a buscar los libros a la feria, entonces funciona a la vez como una marca temporal: “Hay un antes y un después de Rosario”, señala Karina Macció, de Viajera Editorial.
Otra editorial presente en el Festival es Vox, de Bahía Blanca, a cargo de Gustavo y Milton López. Vox forma parte de la feria hace ya varios años, desde el 2009. “A la editorial se acercan por el arte de tapa, la visibilidad. De todos modos, lo que es muy importante es la novedad. La gente viene a buscar lo nuevo”, señala Milton. Al lado de él está Matías Moscardi, editor de Luz mala de Mar del Plata, y mientras charlo con Milton agarra uno de los libros, "Hamaca paraguaya" de Andrés Montenegro (poeta bahiense) y dice "me llevo este" y lo paga al instante. Y agrega: "Estas son las cosas que me gustan del Festival, yo vine por la feria. Hay cosas que o comprás acá o no las conseguís. Hoy la poesía argentina circula así. Este es el terreno de la producción, esto es la poesía, acá estamos en la cresta de la ola”.

Y sí, en la feria hay novedades, como la presencia de la nueva revista de Campo Traviesa, que nace del hermoso proyecto editorial que lleva el mismo nombre. Mientras charlo con una de sus encargadas, Violeta Pastoriza, me compro un libro que quería hace mucho tiempo, Nómades, de Manuela Suárez, una novela especial que recomiendo.
Y si seguimos de recorrida entre las editoriales que vienen de Capital Federal, nos encontramos con las bellas publicaciones de Mágicas naranjas y Viajero insomne. Patricio Foglia me cuenta que es la primera vez de las editoriales en la feria y rescata de la experiencia el intercambio y que “hay mucha energía puesta en cada cosa”.
También con Zindo & Gafuri, la editorial de Mauro Lo Coco y Patricio Grinberg: “Es la feria más cómoda y amigable, es el punto de referencia. Un espacio de socialización". En el medio de la charla Mauro me dice algo que resume la experiencia: "la feria es ante todo un espacio afectivo”.
Al lado de él está Funes, de editorial Funesiana que resalta: “Conozco autores, editoriales, es un recontra hiper estímulo, yo vengo abierto, el festival te impulsa, te da energía”. Como esa que tiene Valeria De Vito, de Ediciones El Ojo del Mármol, que en su segundo año por la feria me cuenta que la importancia recae en el intercambio, el encuentro real y la posibilidad de conocer otros poetas y escuchar nuevas voces: “La feria es un referente. Hay un intercambio directo con el lector. La gente que compró el año pasado vuelve y te hace una devolución”.
La feria es un espacio de celebración y reunión. 
¡Hasta el año que viene!





jueves, 2 de octubre de 2014

Cuitas de antaño

por Anaclara Pugliese

Daiana Henderson y Pablo Fidalgo en el taller
PH Archivo CCRF


Ya corrieron todas las cortinas. Ya no entra luz ni ruido desde el exterior. La sala está prácticamente a oscuras, si no fuera por la pantalla de la notebook de Pablo que nos arroja algo de luz. El fondo de escritorio: una fotografía antigua en blanco y negro de una pareja con una bicicleta muy antigua también delante de ellos. Son las tres de la tarde y estamos en la Sala B “Irma Peirano” del Fontanarrosa, en el taller que dicta Pablo Fidalgo: “Reescribir la historia desde el poema”.

Afuera, el sol de la siesta pega en los anchos escalones de la entrada e invita a la gente del Festival a abrir sus libros recién comprados en la feria de editoriales, entre familias y chicos que, instalados, toman mate. Adentro ya se desarmó la ronda de sillas y ahora miramos todos hacia la pared sobre la cual se va a proyectar una película que nos trajo Pablo.

La puerta de la sala se abre y entra un poco de luz de afuera, en forma de “L”. Es una chica que llega tarde. Entre nosotros, dos mujeres de más de setenta toman la iniciativa y la reciben con cariño, como si se tratara de su propia casa.

—Bienvenida… ¿Cómo te llamás?

Después le ofrecen una silla. Una de ellas apoya suave la mano en la madera del asiento, invitándola, mientras le señala una escritura en su cuaderno: “Pablo Fidalgo Lareo. Taller: Reescribir la historia desde el poema”.

La obra de este poeta vigués es una búsqueda que parte de su historia familiar, atravesada por el terror de la Guerra Civil Española y la posterior dictadura franquista, para cercarse a sí mismo. Lo que vamos a ver en pantalla es un video de veinticinco minutos hecho con imágenes en súper8 grabadas por el abuelo de Pablo desde los años 50 hasta los 80, que forma parte de “O estado salvaxe. Espanha 1939”, una performance que reescribe la historia de su familia, y al mismo tiempo, la historia de España desde la guerra civil hasta nuestros días.

—Lo que hay ahí son dos relatos—dice Pablo—:el relato de mi abuelo que es de una familia republicana pero burguesa y por eso pudo comprarse una cámara, y la historia de mi abuela que es una chica de pueblo que se va antes de la guerra a la ciudad, a Vigo, y pierde su lengua materna, el gallego.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Cierre: feria, parque, mates y libros.

Domingo 28 de Septiembre - 11 A.M. Inicio de Feria. Yo llegué más tarde.

Por Sofía Aldasoro. 

La feria había comenzado hacía tiempo cuando decidí dar una vuelta. (3 P.M) Previo, quedo con Vir y nos encontramos en Oroño y el río (Wheelrihgt). Ella, me dijo, ya había estado por allá. Había sacado fotos, había hecho un poco de registro audiovisual, entre otras cosas. No había podido grabar a algunos poetas en lo verde del parque, como habían planeado hacer la noche anterior, pero esta ida nueva, le daba la oportunidad para intentarlo. 
Cuando llegué, encontré un par de caras conocidas. Vir, aún no estaba. Decidí matar el tiempo de espera y hacer la primera vuelta.