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sábado, 27 de septiembre de 2014

Marcelo Scalona, el flaneur


Por Paula Bertolino



 
Marcelo Scalona
El comienzo de la relación del rosarino Marcelo Scalona (1962) con la literatura se remonta a sus años de adolescencia. Este abogado de profesión, se formó asistiendo a talleres de poesía, narrativa y guión cinematográfico con diferentes maestros (Nora Hall, Gloria Lenardón, Aldo Oliva, Angélica Gorodicher y Lito Espinosa). Y según parece desde ahí no paró. Además de abocarse a su producción personal escribió en diarios, hizo radio, y actualmente dirige dos colecciones de narrativa: Adán sin costilla, de Editorial Fundación Ross (Rosario), y Ciudad y orilla, de Editorial Homo Sapiens (Rosario). También integra la comisión directiva de la recientemente recuperada Biblioteca Vigil en La tablada, su barrio natal o como le gusta decir, su patria. Desde el año 2000 coordina Marcenomalumbré”, su taller de escritura.

A continuación, este poeta cotidianista, como le gusta definirse, habla sobre las motivaciones de su obra, que lo llevan a perderse con frecuencia por las calles de Rosario.



 ¿Cuál considerás que es tu ars poetica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?

En Mapa hay varios poemas que son reflexiones en torno a la poesía: Mapa, Aún no sé, El otoño y yo, Orfeo en Victoria. Yo estoy del lado del poema dramático no lírico, el inventario más que la metáfora, Parra más que Neruda, Huerta más que Paz.

"1.000 millones" en vivo y en directo

Por Oscar Bermeo


Anoche, durante tres horas, la rosarina plaza Montenegro fue el epicentro del sacudón poético hispanohablante. Autores de diversas latitudes coincidieron en el primer piso del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa para ver nacer a "1.000 millones. Poesía en lengua española del siglo XXI", un intenso manifiesto colectivo que da luces sobre la obra literaria de los jóvenes que revitalizan continuamente el idioma castellano.


Bernardo Orge y Daiana Henderson presentan "1.000 millones...". (Foto: Guillermo Turín)


En la presentación, Bernardo Orge y Daiana Henderson, dos de los editores del proyecto, enunciaron algunos rasgos de la selección. Una lengua común y un grupo etario similar (nacidos entre 1980 y 1995) fueron algunas de las pautas que dijeron tener en cuenta durante el proceso. En un momento, Bernardo rompió el protocolo."Hay que dar un agradecimiento expreso a Google", dijo destacando el rol de la navegación en el ciberespacio para descubrir nuevos tripulantes en la misión.

Julio Balcázar en plena lectura. (Foto: Guillermo Turín)


Lo que siguió fue una puesta en escena de la publicación. Como si se tratase de una versión en vivo de "1.000 millones...", gran parte de los autores antologados fueron subiendo al escenario, uno a uno previa presentación, para leer sus poemas. Los textos intencionalmente largos de Pablo Fidalgo (España); los deseos de Julio Balcázar (Venezuela) por mudarse a Rosario; la confesión de Kevin Castro (Perú) de su abandono universitario, fueron algunos de los momentos que la noche propinó. 

Bernardo Orge compartió con nosotros mayores detalles de la flamante publicación en la siguiente entrevista. 

El año pasado la orientación de las publicaciones, lanzadas en el contexto del Festival, cambiaron de rumbo. Se dejó la producción de obras completas y se pasó a las antologías colectivas. Este año se refuerza esa nueva senda con “1000 millones. Poesía en lengua española del siglo XXI”,  ¿qué motivó a cambiar ese enfoque?

Creo que no me toca a mí responder esta pregunta, recién me sumé este año al equipo de organización. De todas maneras, una hipótesis: capaz que el hecho de que en el Festival se crucen autores y publicaciones de todas partes terminó decantando en estas iniciativas.
Por otro lado, no me parece que se trate de un cambio de enfoque radical. Si uno mira el breve catálogo que se armó con las publicaciones del Festival encuentra, como decís, obras poéticas reunidas pero también libros de entrevistas, ensayos, etc. Analizando esa serie podés pensar que los móviles de todos esos libros son más o menos los mismos: poner en circulación textos difíciles de conseguir, intervenir críticamente sobre el campo… tratar de proponer, en definitiva, iniciativas editoriales necesarias y a veces postergadas. En este sentido, las antologías se suman a la colección sin mayores problemas. Como lector, Trabajo nocturno, la obra reunida de Inchauspe, y 30.30, la antología de poesía argentina del siglo XXI, me parecen libros igual de necesarios. Además, lo que pasa un poco con las colecciones es que los primeros títulos de la serie condicionan a los que siguen pero a la vez los títulos nuevos resignifican a los anteriores. En la solapa del 1.000 millones el primer libro de la lista es de Juan L. Ortiz. ¿Qué puede significar esto para un chico rosarino que no conoce a Juanele y se compra la antología interesado por autores de su edad? ¿Qué le va a pasar con eso? Estas preguntas se magnifican si se piensa en lectores extranjeros.


viernes, 26 de septiembre de 2014

Lovell y Scalona: dos en la ciudad

Por Paula Bertolino




Victoria Lovell (1956) y Marcelo Scalona (1962) son poetas y nacieron Rosario. Los dos coordinan talleres de escritura, Lovell desde hace 28 años y Scalona 15. Ambos tienen libros de publicación reciente: Los Noctiluca (Papeles del Boulevard) y Mapa (Alción), respectivamente. Y el próximo sábado 27, a las 17, estarán compartiendo una mesa de lectura en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, junto a Mario Ortiz (Bahía Blanca) y Pedro Mairal (Buenos Aires), en el marco del 22º Festival Internacional de Poesía de Rosario.
Los suyos son de los espacios literarios más transitados en Rosario por aquellos que comparten la curiosidad y el deseo por la escritura. En esta entrevista repasan, cada cual a su turno, parte de esa experiencia tallerista.

Caterina Scicchitano: "Me siento desconectada del lugar donde vivo".

por Anaclara Pugliese

Tiene poco más de veinte y estudia Diseño Gráfico en Mar del Plata, donde nació, en 1992. Caterina Scicchitano integra la antología 1.000 millones. Poesía en lengua española del siglo XXI, y fue incluida, además, en la revista electrónica Girls Get Busy #20 y en el tumblr Tenían veinte años y estaban locos (2014). Desde 2011 mantiene el tumblr yournaughtybits.




—¿Cuál consideras que es tu ars poetica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?

Creo que cuando buscas en Youtube ''An internet bard at last'' y ves el vídeo que sale ahí.

Debería elegir entre muchos textos.


—¿Se hace presente la ciudad o el lugar donde vivís en tu poesía? 


No, no hablo sobre mi ciudad. Siento que estoy bastante desconectada del lugar donde vivo. Lo  único que disfruto es el reflejo de la ciudad en un edificio o algo así, entonces imagino sitios como Perú o Madrid en mis poemas, posiblemente situaciones que puedan ocurrir en el futuro. Aunque me contradigo diciendo que amo el mar de acá y no podría abandonarlo.


Christian Kent: Chaco, un territorio literario

por Anaclara Pugliese

Christian Kent nació en Asunción, en 1983. Sus dos libros de poemas, Lieutenant (2011) y  El Conde Orlof(2013), recorren el Paraguay de su memoria, el del grotesco poder y la mitología guaraní. Actualmente colabora en blogs,  “La Calle Passy 061″ y KIRIRÏSIS, y en el suplemento cultural del periódico ABC Color. 



—¿Cuál consideras que es tu ars poetica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?

Es una pregunta difícil. Creo que si llegara a responderla entonces se acabaría para mí la posibilidad de seguir escribiendo, y por tanto sería mi propio fin. Al igual que yo mismo, mi escritura está en un constante cambio. Lo que escribí ayer, al leerlo hoy parece ser la obra de otro, de un extraño. Por eso puede ser que me cueste tanto leer en voz alta, porque mi voz intenta imitar otra voz que me ha dejado de pertenecer. Últimamente, respondiendo al lugar espiritual en el que me encuentro, trato de acercarme a la literatura como experiencia de búsqueda, de sanación y de evolución personal. Lo que no aporte al desarrollo de esa conciencia, no me sirve, no me interesa y no me gusta.

Pablo Fidalgo: entre el Atlántico y el Mediterráneo.

por Anaclara Pugliese


Pablo Fidalgo Lareo(1984) nació en Vigo, España. Su obra poética, La educación física (2010), La retirada (2012) y Mis padres: Romeo y Julieta (2013), parte de la historia familiar, en una búsqueda que lo llevó a rastrear el destino de sus familiares exiliados en Buenos Aires durante la guerra civil española. Este año en el Festival propone un taller,
"Reescribir la historia desde el poema", entendiendo la creación poética como un gesto de resistencia que nos impulsa a saber siempre más sobre uno mismo. 



—¿Cuál consideras que es tu ars poetica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?
—Cuando tenía veinte años fui a un taller de poesía en que me hicieron esta pregunta. Yo respondí con una cita de Antonio Machado “La poesía es el lugar donde los seres se hacen estares”. Y con otra de Huidobro. “El poeta es un pequeño Dios". Y a partir de ahí hay mucho que decir. Mi trabajo en estos últimos años ha sido reconstruir mi historia familiar y de algún modo la historia de España, y para ello he tenido que preguntar y hablar con muchas personas. El punto de partida de mi poesía es que todas las historias que me contaron eran mentira.

Jeymer Gamboa: el azar, la intuición, el caos.

por Anaclara Pugliese

Jeymer Gamboa es uno de los poetas reunidos en 1.000 millones. Poesía en lengua española del siglo XXI, la antología que publica este año el Festival. Si bien nació en San José (Costa Rica, 1980) actualmente vive en Argentina, donde se desempeña como periodista y realizador audiovisual. Ha dirigido varios documentales y cortometrajes experimentales, entre los que destacan Rastros (2010), Marino de tierra (2010) y De cómo mirar una ventana con ladrillos (2008), y en poesía, publicó Días ordinarios (Pre-textos, 2011)  y Nuestra película de las vacaciones (Ediciones Liliputienses, 2014).





¿Cuál consideras que es tu ars poetica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?

No tengo claro cuál es mi ars poetica. En realidad, como ya dijeron otros, uno escribe un poema para tratar de entender qué es un poema. En lo que hago a veces hay intentos de reflexionar sobre el método de escritura: “lo que siento es lo que observo”, “imponerse límites en lo que se dice o se hace”.  Son algunos ejemplos. Pero son tanteos, premisas dudosas, que no siempre funcionan para formular una poética.
En textos ajenos, más que definiciones sobre la poesía, lo que busco es consuelo, frases que le quiten peso o impaciencia al que escribe. Me gusta una de Mario Levrero, en El discurso vacío es más significativa, pero igual la repito por las mañanas: “Espero que hoy no suceda nada importante para escribir”.

jueves, 25 de septiembre de 2014

ná Khar Ellif-ce: perfórmata

ná Khar Elliff-ce es poeta, docente y perfórmata. Fundó la Estación Alógena en el año 2002, espacio para la experimentación y la alquimia desde el arte.
Evita la respuesta directa y así siente la poesía y describe su modo de creación:
--Una payada con acento en una oralidad descentrada, cosmológica, sin posibilidad de volver atrás (“el verso anterior”), más la función básica y piradora del camouflage sobre el terreno. Ahí ya resulta imposible separarse para escribir, no hay mesa ni laboratorio, se va confundido al paseo, a las apariciones del medio, es decir lo más metamorfoseado posible, más el hecho terriblemente conductor de moverse en todas las direcciones del ámbito mientras se dicta ... El puro “ir” improvisatorio, propiedad que el desierto potencia a niveles de euforia. Así que los minigrabadores, incursiones y camouflages, vinieron como intercesores para consolidar una dimensión que no estaba, llámese Ovnipersia y lo que sigue.   

Elvio Gandolfo: no una poética sino varias

por Milena Bertolino


Elvio Gandolfo (1947) es escritor, periodista, traductor y editor. Tiene una profusa obra de narrativa -que incluye ficción, no ficción y ensayo-; su obra poética édita fue retomada en 2011, luego de treinta años, con Los orientales de Stevenson (La propia cartonera), este año suma otro libro más, El año de Stevenson (Iván Rosado), que es el primer tomo de cuatro. Ambos poemarios fueron editados por editoriales independiente de Montevideo -La propia cartonera- y Rosario -Iván Rosado-, asimismo Gandolfo ha publicado dos libros de narrativa en la editorial independiente cordobesa Caballo negro
En ocasión de este Festival Elvio Gandolfo vuelve una vez más a la ciudad donde vivió su infancia y juventud. Los lugares conocidos, opina en esta entrevista,  gravitan siempre en la propia escritura, ya sea a partir de la influencia de la experiencia próxima o del recuerdo. En su crónica Real en el rosedal (2009), por caso, un sector de Rosario, el parque Independencia y sus cuadras aledañas, se vivencia desde la caminata actual y a través de la memoria afectiva.

— ¿Cuál consideras que es tu ars poetica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?
— En los períodos en que escribo poesía no tengo un arte poética sino varias, que varían con el tiempo. Algún par de poéticas en serio, y otras en broma, figuran en el libro Elaño de Stevenson. Prefiero que el lector las descubra.


— ¿Se hace presente la ciudad o el lugar donde vivís en tu poesía? 
—Las ciudades y lugares aparecen siempre en lo que se escribe, evidentes u ocultas. Tanto las actuales (en mi caso Rosario, Montevideo, Buenos Aires) como las visitadas (Madrid, Barcelona, Santiago de Chile, Río Cuarto, Frankfurt, en especial Córdoba) (viajar es una segunda instancia de vivir), o recordadas (Leones, Hernando, Piriápolis, Punta del Este, Santa Fe, Puerto Madryn, Resistencia, etc.).

Fidel Maguna: "la poesía no cambia, lo que cambia es el mundo"

por Milena Bertolino

Fidel Maguna (1993) es uno de los poetas invitados que nació y vive en Rosario. 
El año pasado fue finalista del concurso de poesía Felipe Aldana sub 21, organizado por la Editorial Municipal de Rosario.
En abril próximo será editado su nuevo libro de poemas, Ainda, que será bilingüe -español y portugués-, y cuya traducción estará a cargo de Paola Kremer. Cuenta además con un otro poemario escrito en colaboración con Matías Ferri, Mano a mano – Hemos quedado. En el terreno de la narrativa ha recuperado junto a su padre la tradición nacional de la novela por entregas publicando juntos el folletín Camila camina (2013).


—¿Cuál consideras que es tu ars poetica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?
— Hay muchos textos sobre la poesía que creo llegan a bordear una definición, son los textos que justamente bordean y no intentan tocar, meter el dedo, por eso la mayoría son poemas, excepto “Sobre la poesía”, de Saer, un texto breve que está en El concepto de ficción. Hay algunos poemas de Bukowsky que son buenas caricias a la poesía, como de Juan Gelman. Las entrevistas a Gelman, todas, son muy valiosas como artes poéticas (también la biografía de Boccanera, Confiar en el misterio). Sí hay un texto sobre la poesía que me llegó muchísimo, no se porqué, y que es la cita de un poemario que estoy preparando, es de Tamura Ryuichi, un poeta japonés que creo no está editado al castellano y del que leí algunas pocas cosas por internet. El texto se llama “Cuatro mil días y noches” (disponible, acá).

Osvaldo Aguirre. la cuestión del estado del tiempo.

Por Sofía Aldasoro

Osvaldo Aguirre (1964) mantiene una larga relación con la poesía y con este Festival. En la XXII edición, participará en la mesa de lectura junto a Fabián Casas, Cristian Vera y ná Khar Elliff. 
Es poeta, ensayista y periodista, editor del suplemento Señales en el diario La Capital (Rosario, Argentina). 
Sus textos se encuentran impresos por varios sellos editoriales. Pero además, en su blog personal, Las vueltas del camino, se puede encontrar, leer y volver a buscar mucha de la producción literaria del autor.


Fotografía de Héctor Rio (2007).

¿Cuál consideras que es tu ars potica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?
No sé. Lo que pretendo es escribir poesía como una forma narrativa, en base a un cierto registro de lenguaje que para mí tiene un sello familiar.

Jorge Isaías: La cachimba, "años de entrega, de amor y de comunión"

Por Sofía Aldasoro

Jorge Isaías (1946, Los quirquinchos) reside en la ciudad de Rosario desde 1964. Es, entre otras cosas, poeta. Fundó y ánimo el ambiente de su generación junto a Guillermo Colussi y Alejandro Pidello con "La Cachimba", revista de poesía que en los inicios de los años 70, publicaba y difundía a los poetas de su generación como Héctor Piccoli, Raúl García  Brarda, Malena Cirasa y otros.
Entre sus últimos libros publicados, se encuentra la edición de sus textos iniciales, Poesía reunida (1970-1976), por Ciudad Gótica, que integraron aquella mítica revista y marcaron los lineamientos de su obra poética posterior.



¿Cómo fueron tus años de formación y tus influencias? 
Mis años de formación fueron muy erráticos, intuitivos y casi diría, autodidácticos desde las lecturas en la flaca biblioteca de mi pueblo. Sólo cuando vine acá, me metí de lleno en la Literatura de mi siglo. Luego entré a la facultad que amplió mis lecturas. (Hice Letras)


¿Consideras que tu obra posee una poética propia? ¿Cómo interviene la ciudad en tu poesía?
Creo que tengo una poética propia, como todo el mundo. La ciudad aparece muy desvaída en mis textos, pero aparece. De todos modos, yo elegí vivir aquí, quiero decir que no soy rosarino por fatalidad, sino por elección.

Mario Ortiz: las palabras y las cosas

Por Natalia Romero
 
Mario Ortiz nació en Bahía Blanca el 28 de diciembre de 1965. Es poeta, docente e investigador (constante). Hoy reside en lo que él llama la República de Villa Mitre. 


—¿Cuál considerás que es tu ars poetica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?
—Fue cambiando a lo largo del tiempo, y eso se materializó en los sucesos volúmenes de los  “Cuadernos de lengua y literatura”, como me gusta definir los libros que voy editando. En el inicio del volumen VI enuncié una serie de principios que definen lo que estoy escribiendo en estos momentos:

1.      Existen las cosas.
2.      Existen las palabras.
3.      Las palabras son cosas.
4.      Las cosas son cosas. 
5.      Existen las flores que abren sus pétalos a la noche. Están cerca del gallinero.
6.      Las flores son cosas y son palabras.
7.      Abren sus pétalos. Se pronuncian.
8.      Están bajo las estrellas, que también son cosas y son palabras, y brillan y se      pronuncian.
9.      La poesía parte de una función, pero no en primera instancia como lo entiende  Jakobson (función poética) sino en un sentido que se aproxima al de Hjelmslev para la lingüística: "Decimos que hay función entre una clase y sus componentes (una cadena y sus partes, o un paradigma y sus miembros) entre sí. A los terminales de una función los llamaremos funtivos, entendiendo por funtivo un objeto que tiene función con otros objetos. De él se dice que contrae  función". Lo crucial en Hjelmslev es que el término función alude al sentido etimológico, pero también al lógico matemático: una entidad tiene dependencia con otra entidad.
10.  Las flores y las estrellas copulan en la misma oración. Luego del punto, se pueden cerrar los ojos y sólo queda el aroma.

Kevin Castro: el valor simbólico de la poesía

Por Oscar Bermeo

Kevin Castro (Lima, 1993) no sólo escribe, también difunde lo que escriben otros. De una peculiar manera. Forma parte de C.A.C.A. Editores, proyecto que busca transgredir la dinámica de mercado: los libros no se venden, se intercambian. Y en esa negociación no sólo son válidos textos. A cambio de poesía, los muchachos muchas veces obtienen cervezas, hamburguesas o juegos de PlayStation. Así, las necesidades primarias quedan cubiertas. Kevin llega a Rosario con algunos libros para sumar adeptos a esta causa. 


"Los tiempos jurásicos" es su carta de presentación. El poemario, publicado en 2013, constituye una voz que renueva la escena peruana. Para acceder al texto puede ingresar a la plataforma digital Poetry will be made by all

Mónica Sifrim "La batalla de trascender ya está perdida de antemano"

Mónica Sifrim nació en Buenos Aires en 1958. Es poeta, periodista cultural, dicta talleres de escritura y es reciente editora del sello Cienvolando que acaba de publicar Variaciones de la luz, de la poeta Diana Bellesi.
Formó parte de un momento muy particular de la poesía: el crecimiento de la voz femenina. Con referentes como Alejandra Pizarnik y Olga Orozco, y con contemporáneas como Susana Villalba y Mirta Rosemberg.

- ¿Cuál considerás que es tu ars poetica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?
- No creo mucho en las “ars poetica” en el sentido de una definición o un proyecto  anterior a la escritura misma. Sí  podría hablar de la poesía concebida para mí como el espacio de la más extrema libertad, donde, como diría Brodsky, se libra una batalla entre el poeta y el instrumento musical en la que debería ganar el instrumento. También  creo en la poesía como situación de intemperie. Ha y un poema de “El mal menor”, el último, donde acaso se haga sentir de un modo un poco más nítido no mi “ars poética” sino lo que representa la escritura para mí.
- ¿Cómo aparece la ciudad o el lugar donde vivís en tu poesía? 
Creo que la ciudad no aparece casi en términos descriptivos, porque mi poesía es más narrativa y musical que descriptiva, no es muy visual. Me doy cuenta de que en mis libros hay una mezcla muy salvaje y por momentos muy irónica de elementos provenientes de distintas culturas:  la Biblia, los Beatles, Atahualpa Yupanqui, Shakespeare, la Pasión de Cristo, la teoría literaria, la historia argentina,  el tango, la literatura universal, etc. Tal vez esa mezcla de registros y alusiones  sea la manifestación de lo porteño. Es una poesía urbana, casi sin paisaje.
¿De quiénes de tus contemporáneos te sentís más próximo? ¿Y de las generaciones anteriores? 
De los contemporáneos argentinos admiro a  María del Carmen Colombo, Dolores Etchecopar, Susana Villalba. Me gusta mucho Calveyra y Perlongher. También me siento cerca de poetas de las generaciones anteriores: Alejandra Pizarnik, Miguel Ángel Bustos, Olga Orozco, Viel Temperley, Joaquín Giannuzzi y muchos otros, por supuesto.
Después del desborde del  neobarroco, los cambios más visibles tal vez tengan que ver con el objetivismo, la poesía visual, y cierta recuperación del sencillismo en su aspecto más narrativo. Hay un tipo de poesía que me recuerda a la de los beatniks. Para mí todo lo que nombré no es novedoso, pero tal vez lo sea para las nuevas generaciones.






Tomás Fadel: la experiencia como inspiración

Por Oscar Bermeo

A los 12 años, un libro de Salinger cayó en sus manos. Al día siguiente ya había dado vuelta a la última página. "Lo leí como si fueran dos poemas", recordaría mucho tiempo después Tomás Fadel (Mendoza, 1990) en una entrevista. Cuando lo atacan dudas sobre el rol de la poesía, acude a "Función de la poesía y función de la crítica" de T.S. Eliot.
No tiene blog personal, pero nos invita a seguir sus próximos proyectos en la cuenta de Tumblr de su editorial.  



Actualmente trabaja en la maquetación de "La montaña", que será lanzada a dúo con Elio Contreras. Además, forma parte del proyecto editorial Colección Chapita, donde se puede acceder a los ebooks de sus textos  "Viñas Desmoronadas, una traducción de Su Tung P'o" y "Fincas".


Marina Mariasch: "Las casas espiadas desde afuera"

Marina Mariasch nació en Buenos Aires en 1973. Escribe, traduce, trabaja en cuestiones de género y derechos humanos. Hace muy poquito la editorial Blatt&Ríos publicó Paz o Amor, sus poemas reunidos.
—¿Cuál considerás que es tu ars poetica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina? 
—Lo que considero mi arte poética es algo abierto, sin restricciones. Ni para mí ni para los demás. No creo en las prohibiciones, ni en la metáfora, ni en las comillas, ni en el lugar común. ¡Qué lindos son los lugares comunes a veces! 
Creo en la poesía que hay en las palabras de todos, en algunos nombres propios, en los manuales de uso. Nadie sabe más que los demás.
Creo en el poema como un oráculo, al que llego llena de preguntas. Y salgo del poema sin respuestas. Porque el poema no es afirmación, es duda, es búsqueda. Creo que la poesía no cura, es locura.
No puedo elegir un poema que me defina, porque me gusta más la indefinición. Pero me gusta mucho el poema de Pasolini que dice "Quién soy".
—¿Cómo aparece la ciudad o el lugar donde vivís en tu poesía?
—El lugar que nos rodea, nuestro hábitat, tiene que ver con nuestras condiciones de producción. Es inevitable que aparezca en la poesía, creo, de una manera u otra. En mis poemas aparecen mi habitación, que es donde cuando era free lance pasaba mucha parte del tiempo, y la cama era mi lugar de trabajo, la pista de baile, un lugar de conquista y confusión, los kioscos y las calles, sobre todo las casas espiadas desde afuera. Y también aparece el obelisco, ese palo gigante que dice: las cosas son así.
—¿De quiénes de tus contemporáneos te sentís más próximo? ¿Y de las generaciones anteriores? 
—¿Cuál es la edad de la poesía? Hay poesía de la que me siento muy cerca como la de Susana Thènon. Me gusta la poesía que se escribe sin una idea previa, sin dirección. Me gustan MEcon de Mara Pedrazzoli, la poesía portuñol de Mariela Gouric, los poemas pobres y lujosos de Ezequiel Alemián. 


Julio Balcázar: un torrente de influencias

por Milena Bertolino

Julio Balcazar (1984) nació en Caracas (Venezuela), vivió en Caldas (Colombia) y actualmente reside en Buenos Aires (Argentina). Ha publicado el libro de poesía Últimos Días de Robert O´Hara (2013), asimismo resultó ganador de numerosos concursos de poesía en Colombia. En el terreno de la narrativa, escribió una novela negra, Los cautivos del fuerte apache (2012), que fue premiada por el congreso colombiano de literatura Medellín negro y publicada. También, producto de ser finalista del concurso español de relatos El fungible en 2007, su narración Clint Eastwood fue incluida en la antología del concurso editada en 2008.
Graduado en Filosofía y letras, Balcázar he venido desarrollando desde hace seis años variadas actividades docentes en distintas zonas de Colombia y en Buenos Aires (Argentina) que incluyeron, por ejemplo, dar clases en un resguardo indígena en el departamento de El Cauca (Colombia). 
Julio Balcazar integra la antología de este Festival1.000 millones. Poesía en lengua española del siglo XXI.
Retrato de Julio Balcázar trazado por un amigo suyo.
—¿Cuál consideras que es tu ars poética? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?

— El cambalache de Disépolo, el collage melancólico o burlón al “Yo” cartesiano, la falsedad de la memoria o de lo concreto, el queridísimo Sísifo de Camus; el punk y la Ítaca de Cavafis, Joy Division, Richie Ray y Bobby Cruz, Rubén Blades, Serrat, Groucho Marx, Chagall, Cezanne y Placebo, Radiohead, los boleros, el son montuno, Leonard Cohen, Nick Cave, Bob Dylan, una tonelada de Wes Anderson (los colores en sus películas son hermosísimos), la contradicción y el error, el viaje, ola, tras ola, el mar, siempre el mar, la música y el Nadaísmo de mi padre, sus malos consejos, su cariño, las historias interminables e indescifrables de mi mamá, el sarcasmo de mi hermanita, las historias que contaba el abuelo, las tías que me ayudaron a criar, mientras adivinaban el futuro y los sueños, por supuesto Sabina, Cortázar, la música de las cantinas, los vallenatos, lo otro: la literatura. (...) Tres poemas: Ítaca. de Constantino Cavafis / Perorata, de Jaime Jaramillo Escobar / Do not go gentle into that good night, de Dylan Thomas. Una canción: “El muerto vivo” (recomendada).

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Martín Batallés: desde la palabra y la imagen

por Milena Bertolino

El trabajo artístico de Martín Batallés (Montevideo, 1981) no se delinea sólo a partir de la palabra, de sus breves, anecdóticos y epifánicos poemas. En su página -que aloja casi toda su obra- pueden verse, además, fotografías -de su autoría y en colaboración-, dibujos y diseños para tapas de discos o afiches de bandas de rock indie de Uruguay, tales como Carmen San Diego. Es con letristas de canciones, según sugiere en estas líneas, antes que con poetas con quienes siente mayor cercanía.
Martín Batallés es uno de los tres poetas uruguayos que integran la antología de este Festival, 1000 millones. Poesía en lengua española del siglo XXI. (2014). Sus poemarios anteriores -Sin nombre, tapa negra (2007) y Sin nombre, tapa blanca (2010)- se encuentran subidos, y pueden leerse con exclusividad, en su página web.


— ¿Cuál consideras que es tu ars poetica? ¿Hay algún texto tuyo o ajeno que la defina?
— No tengo muy claro el significado del término, pero si es lo que imagino, creo que no tengo idea, o al menos no sabría cómo definirla. 
— ¿Se hace presente la ciudad o el lugar donde vivís en tu poesía?
— Si. De forma obvia, en algunas menciones a lugares o calles. De forma un poco más sutil, está ahí atrás casi siempre. Es difícil hacerse el distraído si uno vive en Montevideo.

Finalistas del concurso Aldana 2013: suenan los más jóvenes

por Milena Bertolino

El martes en el marco del Festival  leyeron en la biblioteca Estrada los finalistas del concurso municipal de poesía Felipe Aldana (2013) en la categoría hasta ahora inédita de menores de 21 años 
Sábado de por medio durante los últimos cinco meses estos jóvenes, que en su gran mayoría nunca habían asistido a un taller literario, formaron parte del taller de poesía ofrecido por la Editorial Municipal (EMR) y coordinado por Bernado Orge en la biblioteca.
Atraídos por estilos y estéticas de vertientes que van desde poetas clásicos occidentales del siglo XX hasta escritores e historietistas pulp japoneses, con un recorrido personal más o menos extenso y variado de lecturas, publicados sus textos en libros y blogs o pocas veces compartidos con lectores extraños, todos ellos hacen de la escritura un espacio propio.
En esta entrevista Francine Rostán (FR), Georgina Grasso (GG), Magalí Gómez (MG), Franco Bedetti (FB), Fidel Maguna (FM) y Cleffa Takahashi –Sol Figueroa– (CT) nos cuentan qué les dejó el taller al que asistieron, anticipan su paso por el Festival en estos días y, de regalo, nos dejan un poema.


Arriba: Georgina Grasso y Franco Bedetti. En el centro: Fidel Maguna, Francine Rostán y Magalí Gómez. Abajo: Cleffa Takahashi y Lucía Calvo Enseñat.