Ce Ulla (Teodelina, Santa Fe, 1983) nos agradece por contactarnos con ella, y nos comenta que estará de viaje, pero apenas regrese nos envía las respuestas. Por un momento, pensamos que lo había olvidado, y de repente, Cecilia nos responde junto con esta bella foto "es una parte de lo que veo cuando me siento en el balcón".
En casa se
leía mucho. Mi papá tiene una biblioteca inmensa y diversa, mi mamá
también es buena lectora, pero no había muchos libros de poesía.
Fue cuando comencé taller con María Rosa Montes (en Teodelina) que
incorporé la lectura de poesía con intensidad; se puede decir que
también ahí empecé a escribir poemas, no hay nada puntual que me
incitara a ello… siento que encontré una forma, digamos, yo me
quería expresar, era adolescente e introvertida y escribir un diario
íntimo me resultaba horrible.
¿Cuál es
tu proceso de escritura? ¿Tenés un método, un horario, un lugar?
¿Te acompañás con lecturas?
Mi método es
escribir poco, verbalizar poco. Pero no me lo planteo como modo de
hacer, sino que es mi manera de estar en el mundo, en general no
hablo mucho, escucho más. Intento estar atenta y relajada al mismo
tiempo, y así poder tener un registro sensible y lúcido de lo que
me sucede. Ahí comienza mi escritura. A veces apunto versos en un
cuaderno o papelitos, pocos, pero que me recuerdan un centro
(vibratorio). Luego en algún momento que no puedo saber con
anticipación, siento que debo seguir con esos versos, entonces
preparo el ambiente, elijo música, modifico la iluminación, me
proveo de cosas para no moverme y me siento (en el balcón-jardín o
en el interior de mi casa) a continuar escribiendo.
¿Quién,
de entre los invitados del festival, te gustaría que te lea? ¿Cómo
es tu relación con el festival?
Que me lea el
más punk! No se quién puede ser…
Voy hace
muchos años a escuchar lecturas al festival, me gusta que suceda
este encuentro en la ciudad, que exista la feria donde conseguir
tantos buenos libros.
¿Contra
qué o contra quién escribís? ¿Qué autor de la contemporaneidad
te parece sobrevaluado?
Elijo no
hacer cosas en contra de nada/nadie, busco la manera de posicionarme
a favor de algo, de igual modo cuando escribo.
Pensar que
los lectores sobrevaloran a un autor, me parece que es subestimar a
los lectores. La cuestión del valor corresponde a una dimensión
personal, y varía en la medida que se acrecientan nuestras
experiencias. Cada autor, cada voz, tiene un momento
(espacio-temporal) de resonancia mayor, los motivos que hacen que la
cavidad de resonancia sea grande, es decir, esté conformada por
muchas personas son múltiples y no merecen ser juzgados sino
aceptados.
¿Cuál
fue "el" momento poético que hayas vivido en las últimas
horas?
Ver cómo las
florcitas del pensamiento, que está en una macetita en el balcón,
se enderezan luego de haberlas regado.
¿Qué
libro o autor contemporáneo recomendarías?
Hay que leer
todo lo que se pueda. Yo en el último tiempo me encontré con Fabio
Morábito, Robert Creeley, Bo Carpelan, creo que me van a acompañar
siempre, como Hugo Mujica y el Teuco Castilla.
¿Qué es
lo que más te sorprendió encontrar al buscar tu nombre en Google?
La instancia de Taller de escritura es un espacio que muchos
escritores apoyan y promueven. ¿cuál fue tu experiencia, ayudó en
tu producción, cómo?
Mi
experiencia de Taller fue fundamental, tanto con María Rosa Montes
(en Teodelina), como con Concepción Bertone (en Rosario). Ellas son
mis maestras, son muy amorosas y generosas, me han acercado atentas a
mi sensibilidad material de lectura muy diverso, no sólo poesía; me
estimularon a escribir, respetaron mi tiempo, me corrigieron, me
dijeron “no” y me alivianaron; escucharon mi voz antes que yo y
me dieron confianza. Cultivé mi espíritu en esos espacios, por eso
son mis maestras, la poesía fue un canal de transformación.
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