En el pasillo que lleva hacia el salón de música del Colegio Parque de España hay varias aulas vacías. Las puertas tienen ventanas ojos de buey de donde cuelgan cartelitos con el nombre de cada departamento. A través de ellas se ven sillas y bancos perfectamente acomodados. Hasta allí, el primer piso, se accede mediante una escalera amplia, de esas que son tan cómodas que una no se da cuenta de estar subiéndolas.
Al final del pasillo se oyen murmullos. Antes de abrir la puerta pueden verse los alumnos acomodados en sus asientos. Cerca, Adriana Llosas, la vicedirectora del colegio. Al final de las hileras, frente a ellos, Jordi con Ana Celia y Rosario, las profesoras de Literatura Española.
Pasen. El Festival en las escuelas está comenzando.
Fotografía: Micaela Pertuzzo |
“La enigmática sonrisa del delfín, que algunos han creído vislumbre de inteligencia y otros tantos han figurado con pericia en incontables emblemas, no es tal vez sino la sonrisa de quien ha olvidado trayecto y destino y se entrega ligero al puro placer del avance…”
Jordi pronuncia cada sílaba con detenimiento. Pero esto, esta lectura, sucederá más tarde. Jordi leerá sus poemas y luego algunos chicos le harán preguntas.
Ahora, antes de la lectura y de las preguntas, una alumna pasa al frente y lo presenta. Y más o menos esto es lo que dice:
"Jordi Doce es doctor en letras por la Universidad de Sheffield. Ha sido lector de español en esa Universidad y también en la de Oxford. Ha traducido la poesía de William Blake, T. S. Eliot, Ted Hughes, Charles Simic y Charles Tomlinson, Además, es autor de los poemarios Lección de permanencia, Otras lunas y Gran angular. En prosa publicó Hormigas blancas, Imán y desafío y Curvas de nivel y Perros en la Playa."
Fotografía: Micaela Pertuzzo |
Luego de la presentación, Jordi cuenta sobre su oficio:
— La poesía es fijar algo del tiempo, algo del espacio y algo del mundo, en el papel. En mi caso, hay una cierta fascinación con cómo funciona el lenguaje y voy trabajando en esa dimensión.
Explica que su poesía tiene muy presentes los elementos geográficos. Que trata de proponer un gran juego con lo no realista y con una cierta distorsión en la percepción. Para eso, relata una anécdota de cómo llega a uno de sus poemas:
— Hace tiempo vi un documental de U2 donde se muestra al grupo grabando un video en una ciudad medieval árabe. Las calles estaban cubiertas de toldos, de sabanas amplias, para evitar que el sol caiga a pico. Viendo ese documental surgió el poema de una ciudad imaginaria. Así escribí "En algún lugar".
(Nótese en este punto que usted, lector, posiblemente haya deletreado el nombre del grupo irlandés como “iu chu”. Pero Jordi pronuncia “u dos” y los alumnos sonríen discretamente ante la evidencia de un idioma así, como desnudo.)
El poema, dice esto:
“Vives en una ciudad donde el trazado de las callejas se parece peligrosamente al de tu corazón. Una ciudad donde las manchas y desconchones de los muros son ventanas que siguen tus pasos, puertas que nadie se atreve a franquear. Donde la ropa tendida propaga mensajes cifrados y los ojos vidriosos de los peces intercambian miradas de reconocimiento con las monedas de cobre de los criados. Una ciudad de torres y alminares que cambian cada día de lugar, de alfombras que vuelan por dentro de los ojos, de lámparas que esconden su propia luz. Una ciudad donde al atardecer grupos de muchachos y ancianos se reúnen en lo alto de las murallas para mirar la explanada del río, el lingote fundido del sol iluminando la vega, las espigas que vibran al más ligero soplo.”
Luego de más lecturas, del puro placer de dejar a la poesía dialogar con el pensamiento, viene el tiempo de las preguntas. Una alumna se mira las puntas de un mechón de pelo. Otra, con unas uñas azul eléctrico apasionante, se anima y levanta la mano antes que nadie. Varios le siguen detrás.
Fotografía: Micaela Pertuzzo |
Si a partir de las respuestas tuviéramos que hacer, por ejemplo, unas “citas citables” de Jordi, estas serían las elegidas:
“Cuando uno escribe ciertos poemas lo hace como una forma de homenaje y de apropiación”
“Ayer Diana Bellesi decía que cuando nada sucede, algo está sucediendo. Hay que tener mucho ocio mental para cualquier tarea creativa. Ahora mismo los móviles quitan muchísima energía. La idea es dejar que no suceda nada para que precisamente suceda algo. Entrar en un estado de concentración relajada o de relajación concentrada.”
“Para poder sentarme a escribir tengo que tener algo. No vale sentarme sin la idea. Tengo que tener un verso, una imagen, algo que surge durante el día. Y luego tengo que desarrollar eso y poder escribirlo. A veces aparece en el momento más impensado.”
“Siempre desconfié del artista que coloca su ego y su vanidad. Yo también tengo mi pequeño ego y mi pequeña vanidad pero trabajo todos los días para no imponérselo a los otros.”
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