Por Natalia Romero
Y entonces estamos en Almagro, Buenos Aires, donde Fabián Casas está invitado al ciclo "Necesito oler limón”, en el que hablará de su experiencia en la literatura junto con Débora Mundani y Luis Mey.
Y dice, por ejemplo: "Un día fui a una librería y le dije al librero: 'quiero ser poeta, dame lo que se lee ahora'. El librero me pasó un ejemplar de Alambres, de Néstor Perlongher. Intenté hacer varios poemas parecidos, pero no me salían. Hasta que llegué a Joaquín Giannuzzi, y ahí me dije: 'voy a robarle a él, y así empecé'”.
En Almagro, hace una semana, hablamos de su relación con algunos escritores que hoy son clásicos contemporáneos. Fabián Casas recordó entonces la anécdota de una noche en que "Quique" (Rodolfo Fogwill) lo invitó a una cena en la que, además del champagne y el gran banquete, estaba Juan José Saer.
"'Dejale el libro', me dijo
Quique, refiriéndose a mi primer libro publicado –dice Casas–. Se lo di y él lo dejó caer al suelo, entre el borde de la silla y su saco
abierto. En ese momento entendí: A los escritores no hay que conocerlos, hay
que leerlos".
Y entonces estamos en Almagro, Buenos Aires, donde Fabián Casas está invitado al ciclo "Necesito oler limón”, en el que hablará de su experiencia en la literatura junto con Débora Mundani y Luis Mey.
Fabián lleva un traje a
cuadros, camisa a tono, lentes grandes y cuadrados. Iimpecable. Antes de arrancar
nos cuenta que está por ser papá por segunda vez y que, además, se está
mudando.
Imagen tomada del blog de Eterna Cadencia.
Y dice, por ejemplo: "Un día fui a una librería y le dije al librero: 'quiero ser poeta, dame lo que se lee ahora'. El librero me pasó un ejemplar de Alambres, de Néstor Perlongher. Intenté hacer varios poemas parecidos, pero no me salían. Hasta que llegué a Joaquín Giannuzzi, y ahí me dije: 'voy a robarle a él, y así empecé'”.
Habla, Fabián habla de lo que no
tuvo y de lo que empezó a aparecer entonces. Dice: "Para empezar a escribir
siempre hay que ir a lo que no se tiene. Hoy escribo muy poco. Leo,
leo todo el tiempo. Leo mucho y cosas muy diversas. De todos modos, cuando
estoy metido con algo, no paro. Hoy, por ejemplo, en la cola del banco, entre
que saqué el número y me atendieron, escribí un capítulo de algo que estoy por
publicar".
—¿Qué es la poesía para vos?
—Para mí la poesía puede
estar en todos lados, la poesía es incertidumbre, por ejemplo Ricardo
Zelarrayán y La Gran Salina, que es
todo un gran poema. Cuando lo leí fue algo que me cambió. El encuentro con la
poesía es algo que modifica mi forma de ser. Para mí el poema es emoción y,
justamente, lo que quiero es que diga lo que no quiero decir.
Fabián Casas participa este jueves de la mesa inaugural del Festival, en Plataforma Lavardén a partir de las 19.30, donde hablará junto con Francisco Bitar y Jorge Isaías acerca de Juan José Saer –escritor homenajeado en esta XXII edición del encuentro de poesía–: “La
angustia de las influencias. Escribir con Saer/ Escribir contra Saer”. En Almagro, hace una semana, hablamos de su relación con algunos escritores que hoy son clásicos contemporáneos. Fabián Casas recordó entonces la anécdota de una noche en que "Quique" (Rodolfo Fogwill) lo invitó a una cena en la que, además del champagne y el gran banquete, estaba Juan José Saer.
Acaso la anécdota es la base del cuento "Casa con diez pinos" en el que, según comentan, hay un escritor que podría ser el mismísimo Saer.
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