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lunes, 22 de septiembre de 2014

1.000 millones

La vigésimo segunda edición del Festival Internacional de Poesía de Rosario se desarrollará a partir de este jueves, cuando escritores, académicos y poetas realicen un homenaje al escritor Juan José Saer (Serodino, 1937-París, 2005) en Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza). Aunque el encuentro se hará principalmente en el centro cultural Roberto Fontanarrosa (San Martín 1080), pero  ya generó actividades durante esta semana, como la inédita presentación de finalistas del premio municipal de poesía Felipe Aldana 2013 el martes último en la biblioteca Estrada, quienes tomaron un taller a sugerencia de la Editorial Municipal de Rosario. Como sucede desde el año 2008, el Festival también presentará en esta ocasión un libro, 1.000 millones, una antología de 33 poetas en lengua española, nacidos en distintos países aunque algunos de ellos migrantes, de entre 19 y 34 años.


1.000 millones es una antología de poesía en lengua española, por lo que no se limita a un área geográfica determinada sino que incluye autores de todas partes del mundo. Los 33 antologados –dicen Daniel García Helder, editor del libro, junto con los poetas Daiana Henderson y Bernardo Orge– nacieron en 30 ciudades distintas, no solamente de América (EE.UU. incluido), sino también de España. Pero a su vez, de esos 33 autores hay 10 que actualmente no viven en su país natal, otros 5 que viven en su país pero en una ciudad distinta a la que nacieron y 3 más que estudiaron en el extranjero durante unos años y después se pegaron la vuelta. O sea, más de la mitad de los autores incluidos en el libro, tuvieron experiencias migratorias de importancia: uno de los 4 autores españoles antologados, gallego de nacimiento, vive en Lisboa; la autora valenciana reside actualmente en Nueva York; el autor colombiano nació en Caracas, se crió en Cali y vive ahora en Buenos Aires; una de las 2 autoras estadounidenses nació en San Diego, se crió en Tijuana y ahora volvió a San Diego –escribe en español y en inglés–, la otra pasó su infancia entre Bogotá y Nueva York; etc. Estos desplazamientos no incidieron directamente en nuestra búsqueda, pero es un dato de la realidad que intentamos reflejar en las notas bibliográficas. Dentro de este panorama, y aunque no es la generalidad, no sorprende que los movimientos migratorios sean tematizados. En las entradas de blog de la autora salvadoreña, por ejemplo, que vive en Berlín, puede leerse en parte el proceso de adaptación a la nueva ciudad en una serie de observaciones sobre el metro; pero además, la sorpresa frente a la lengua extranjera da como resultado un texto que se sostiene en la traducción al castellano de sustantivos compuestos del alemán. A lo largo del libro también hay cruces con el portugués, el guaraní y con algunas inflexiones nacionales o regionales de la lengua española. Sin embargo el idioma inglés y la poesía norteamericana siguen siendo las interferencias o referencias principales en la poesía de estos autores, lo que significa una continuidad con las sucesivas promociones de poetas latinoamericanos desde la década de 1960. Esto se nota en la incorporación de algunos elementos léxicos, pero además en la traslación de estructuras sintácticas y modismos de esa lengua al español, particularmente perceptible en algunos autores nacidos durante la década del noventa, acostumbrados desde chicos a leer el inglés en internet continuamente”.
A su vez, desde la Editorial Municipal –que publicó el libro– crearon un mapa para consultar online en el que pueden identificarse los lugares de residencia de los 33 poetas. 1.000 millones es el doble de la cantidad aproximada de hispanohablantes del planeta y  representan imaginariamente todos los textos de la lengua y sus lecturas posibles.
El Festival de Poesía, observan los compiladores, “es el motor de las dos antologías, 1.000 millones y 30.30. Y señala: “Gran parte del conocimiento de las nuevas producciones de poesía latinoamericana se deriva de los libros que circulan por la Feria de Editoriales que se hicieron en los últimos cinco Festivales, pero, como venimos diciendo, internet ofrece un campo de búsqueda más vasto y complejo; creemos que la antología participa de esas dos dimensiones, material y virtual, que no se excluyen sino que se complementan y aun potencian”.


Para la selección de autores, además de lo que trajo el Festival y la feria de editoriales, los editores buscaron en blogs o tumblrs donde publican los poetas sus poemas, traducciones, comentarios. “Como para la mayoría de ellos el formato libro –dicen Henderson, Orge y García Helder–, en soporte material o digital, sigue operando como horizonte organizador para sus textos, un blog puede ser un laboratorio donde se publican y testean primeras versiones de poemas y prosas que después van a ser reunidas en volumen. Pero no estamos seguros de que este sea el caso más generalizado. Durante la búsqueda encontramos una gran variedad en los usos de las plataformas de publicación web: autores que mantienen un blog personal durante años, autores que abren y cierran tumblrs sistemáticamente, autores que se sorprenden al reencontrar un poema nunca recogido en libro que estaba perdido entre las entradas antiguas; blogs usados como libretas de apuntes, como diarios, como depósitos de imágenes; videos y textos de internet reblogueados según criterio de cada uno”.
A lo que agregan: “Creemos que una de las lecturas transversales que permite 1.000 millones es la de una breve historización del uso de la web entre los autores, cómo este varía según la edad de cada uno. Hay que tener en cuenta que los autores recogidos son todos nativos digitales –y esto ya es una generalización porque las posibilidades de acceso a la tecnología no fueron iguales para todos–, pero mientras que los nacidos a principios de la década del 80 vivieron el surgimiento y la expansión de internet, los que nacieron alrededor de 1990 crecieron con esta tecnología. Así, en los más jóvenes puede verse un uso intensivo y natural de las redes sociales y las plataforas web en donde los textos se intercalan en perfecta continuidad con videos grabados por ahí, selfies, audios y reblogueos surtidos, dando como resultado una obra que solamente se puede percibir en todas sus facetas recorriéndola online. Pero a su vez son los autores más grandes, los que vivieron el cambio, los que en su producción analizan y utilizan la tecnología de manera más conceptual; por ejemplo, el argentino Carlos Gradin y el salvadoreño Nadie. Esta leve variación generacional en los usos de Internet puede leerse estadísticamente en las relaciones que los autores de la antología mantienen con Facebook. Si dividimos a los 33 antologados a la mitad, en dos grupos ordenados cronológicamente por nacimiento, tenemos que mientras que de los primeros 17 hay 11 que o bien no tienen Facebook o bien no tienen de amigo a ningún otro autor de la antología, entre los 16 restantes solamente 3 no están en contacto con alguno de los otros antologados. Este dato, que bien puede ser circunstancial, no deja de ser auspicioso en relación al contacto que establecen los escritores jóvenes de distintas partes del mundo”.
–¿Qué puede decirse de la escritura en la web de los escritores reunidos en 1.000 Millones?
Muchos de los textos incluidos en la antología fueron tomados de soportes web. Por regla general, en la pantalla de la computadora los textos escritos están rodeados de información hipermedial que condiciona y “enriquece” la lectura y que se pierde al llevar los poemas de la web al papel. Pero creemos que al mismo tiempo, en esta operación, se enfatiza la materialidad lingüística de cada texto. Para nosotros, un poema en un blog es un tipo específico de publicación, que si bien es precaria o momentánea (el autor puede borrarlo o reeditarlo, pero el lector puede copiarlo y guardarlo en su computadora) y saltea la etapa de edición, potencialmente supera al libro impreso en su capacidad de llegar a un público más amplio de manera más rápida y eficaz.
¿Cómo se planteó la antología, qué tradición o antecedente recoge y cuál les parece que es la perspectiva?

Las antologías con las que 1.000 millones tiene más puntos en común son 2017. Nueva Poesía Contemporánea (primer tomo, 2009; segundo tomo, 2013), preparada por el argentino Sebastián Kirzner, y 4M3R1C4. Novísima Poesía Latinoamericana (2010) del chileno Héctor Hernández Montecinos, muy distintas entre sí y muy distintas, creemos, de la nuestra, más allá de la coincidencia de algunos nombres. Las dos incluyen poetas nacidos en la segunda mitad de la década de 1970 y en la década del 80, pero se circunscriben al continente americano, incluyendo poetas brasileños. La nuestra excluye poesía en lengua portuguesa, pero incluye autores europeos de lengua española. Este territorio poético, el de los autores jóvenes de la lengua española en su diáspora completa, es el que 1.000 millones, más allá de sus aciertos o desaciertos, esboza por primera vez.

Daiana Henderson y Bernardo Orge, los dos compiladores, presentan 1.000 millones el viernes 26 a las 19.30 en pleno festival, en el Centro cultural Roberto Fontanarrosa (San Martín y San Juan), con la lectura de 12 de los poetas antologados.

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