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viernes, 26 de septiembre de 2014

María Teresa Gramuglio: "La fábrica de Juan José Saer"

Por Nieves Battistoni
Gramuglio durante la apertura del Festival. Foto de Oscar Bermeo.

Es el principio y está sola en el escenario teñido de rojo. María Teresa Gramuglio fue elegida para abrir el XXII FIPR en el teatro de Plataforma Lavardén. Piensa que esta tarea se la deben haber asignado por su doble condición de rosarina y de testigo --“sobreviviente”, aclara-- de Juan José Saer; por la larga amistad que mantuvieron y que se hizo patente, “textual”, en los artículos críticos que escribió a partir del 2005, después de la muerte del autor. Pero de la proximidad afectiva no va a hablar.

“La fábrica de Juan José Saer: los borradores, los poemas, la obra” es el título que finalmente eligió para su intervención. Había pensado llamarla “La composición del poema” o, en clara alusión barthesiana, “La preparación de la obra”, pero prefirió hablar de “fábrica” y la explicación de lo mucho que le costó dar con el nombre justo funciona para María Teresa como “un hilo para tirar de la trama” y así poder empezar.




La publicación en el 2014 del libro Poemas. Borradores inéditos 3 (Colección “Borradores”, Seix Barral) al cuidado de Sergio Delgado, supuso el descubrimiento de un vasto poemario que Saer, por algún motivo, decidió excluir de su único libro de poemas publicado en vida, El arte de narrar (1977). Seguramente, conjetura Gramuglio, Saer debe estar de acuerdo con ella en que hay varios poemas, como por ejemplo “Para vivir en Rosario”, que resultan “fallidos” y por eso la decisión de excluirlos de la Obra. Sin embargo, la pregunta se revela inminente: ¿Por qué los conservó?

Gramuglio no lo puede responder pero, en cambio, puede seguir tirando del hilo de la trama para contarnos porqué eligió la metáfora de la fábrica como título de su ponencia y así, quizás, como una iluminación, una epifanía, la pregunta encuentre, al final, su respuesta. Inmediatamente refiere a un extraño libro de memorias, La tercera fábrica, en el que Víktor Shklovski anuncia que “va a escribir cosas sobre cosas e ideas”, como si fueran “una colección de citas”. Precisamente ésta es la impresión que tiene Gramuglio cuando lee los poemas inéditos de Saer: se trata de apuntes heterogéneos, esbozos narrativos, gérmenes de novelas que funcionan como un “conjunto entrecortado”, seco y estremecedor como una “tos”.

De “El arte sombrío” de Saer –así lo llama Gramuglio-; de su trabajo oscuro y obstinado en la preparación del poema; de su experimentación infatigable con el lenguaje; incluso de las traducciones y de los juicios lapidarios que contienen estos papeles inéditos, no sólo podemos obtener una autoimagen de escritor, un rico repertorio para asomarnos desde la literatura a la vida y viceversa; sino que, en el espasmódico arte sombrío, arte entrecortado como una tos, encontramos el ritmo de Saer y, como sabemos, el ritmo siempre funciona como un principio constructivo esencial.

Los poemas inéditos, concuerda Gramuglio con Delgado, son el lugar de ensayo de variaciones enunciativas. Soportan la búsqueda de una forma imposible que aunque no se alcance no se abandona. El poema es el lugar de trabajo de este arte sombrío, de la experimentación que, acaso, Saer nunca se hubiera permitido en la prosa.

3 comentarios:

Nadia dijo...

Hay intenciones de publicar la conferencia? Cuando y donde? Gracias

Nieves Battistoni dijo...

Hola, te lo averiguamos!

Nieves Battistoni dijo...

La conferencia íntegra que leyó Gramuglio en el Festival está publicada en el libro "María Teresa Gramuglio. La exigencia crítica" (M. Prieto y J. Podlubne eds.) que se presenta hoy a las 20hs en Oliva Libros.